Sesión científica. – Día 11 de febrero se celebró en la sede académica de Can Campaner la sesión científica “La conservación de la biodiversidad como herramienta de prevención de enfermedades emergentes”.
Presentó al conferenciante el Sr. Pere Crespí Salom, miembro del COBIB y moderó el coloquio el Excm. Sr. Matías Tomás Salvá, presidente de la RAMIB.
Esta sesión científica, organitzada conjuntamente con el Colegio Oficial de Biólogos de les Illes Balears, fue llevada a cabo por el Dr. Jordi Serra Cobo, Profesor asociado a la Facultad de Biología de la Universidad de Barcelona y investigador del Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio) de la misma Universidad.
El ponente expuso como las alteraciones masivas de los ecosistemas como consecuencia de fenómenos como la deforestación aumentan el contacto entre los humanos y las llamadas especies “reservorio”.
“Eso aumenta la probabilidad de transmisiones de virus no conocidos entre las especies reservorios de virus y la especie humana, la sociedad humana”.
El Dr. expuso que entre las múltiples incógnitas que sobrevuelan la pandemia del coronavirus se encuentra qué especie ejerció de puente entre el virus y los humanos: se ha señalado al pangolín y al murciélago como origen de la pandemia, pero estos últimos son auténticos “aliados” en la lucha contra enfermedades.
“Los murciélagos nos ayudan a combatir ciertas enfermedades porque ingieren, capturan cantidades enormes de insectos y nos ayudan a regular poblaciones de insectos, las plagas que pueden originar alteraciones en los bosques, las plagas forestales, no está claro qué especie puede ser la intermediaria y si realmente existe en este caso”.
“Como especies reservorio, los murciélagos son reservorios de muchos virus, pero los murciélagos no son el problema. El problema son nuestras alteraciones. Los murciélagos han tenido siempre virus, la pregunta es por qué se produce ahora”, destacó.
Estos animales sí son claves en el control de insectos, por lo que pide que se vean “como aliados” y no como “posibles transmisores de enfermedades”, ya que el salto a Europa es mucho más complicado y la expansión del actual coronavirus se debe a otros fenómenos de índole socioeconómica.
“En el caso concreto del COVID-19 se alinean una serie de hechos extraordinarios como son celebraciones multitudinarias no solo del año nuevo, sino de fiestas locales que reúnen a millones de personas”, explica.
Como consecuencia de ello, “se produce un contacto que no se debería producir de un virus que es de fauna silvestre y que pasa a la especie humana. A partir de ahí se amplifican los contactos, se aumentan los contactos debido a este fenómeno multitudinario de estas fiestas locales que se producen en Wuhan”, ciudad china foco de la pandemia.
El experto augura que en el futuro se reproducirán pandemias como la actual como consecuencia, precisamente, de estas intervenciones sobre los ecosistemas y el consiguiente contacto con especies.
No obstante, el Dr. Serra distingue entre dos tipos de fenómenos a largo plazo: pandemias globales como la actual y otras epidemias más locales, que no tendrán el efecto del COVID-19 pero sí que serán debidas “en buena parte” a “las alteraciones que se están produciendo a nivel ambiental”.
La ponencia fue seguida con gran interés por el público asistente finalizando con el habitual debate posterior a las ponencias.