CONFERENCIA: Josep A. Tur Marí ofreció una conferencia, titulada¿Por qué comemos lo que comemos? Cuando llegaron los Fenicios a España introdujeron un árbol llamado olivo que daba como fruto la aceituna, el cual cambió nuestra forma de cocinar y …

Las personas no comemos por impulso. El acto de comer varía según nuestro gusto, educación, genética inclusive la historia, de hecho dos momentos históricos en la humanidad han influido en nuestra manera de alimentarnos como han sido el descubrimiento del fuego, donde aprendimos que los alimentos tenían otro sabor y se digerían mejor. Y, la globalización de los alimentos, algo que sucede desde hace miles de años.

 

“Cuando llegaron los Fenicios a España introdujeron un árbol llamado olivo que daba como fruto la aceituna, el cual cambió nuestra forma de cocinar y de alimentarnos”, así lo explicó el profesor Josep A. Tur Marí, Doctor en Farmacia por la Universitat de Barcelona, Catedrático de Fisiología de la UIB, Director del Departamento de Biología Fundamental y Ciencias de la Salud de la UIB, en la conferencia que ofreció en la Reial Acadèmia de Medicina de les Illes Balears, titulada ¿Por qué comemos lo que comemos?

Por poner otro ejemplo el plátano de Canarias tiene su origen en Asia Central, “se puede pensar que las bananas pertenecen al continente americano pero no es cierto, el plátano y la banana es lo mismo y provienen de Asia”.

Es decir, que cuando comemos el bagaje de nuestros antepasados está presente, desde el punto de vista científico todo tiene una razón de ser y nada es al azar, “aprendemos de lo que somos y de lo que hemos experimentado a lo largo de la historia. Por tanto, si conocemos nuestra historia aprenderemos a no cometer errores”.

Entre los alimentos que más años de historia tienen se encuentra el pan. Tal y como lo conocemos se remonta al año 50 aC. Los primeros trigales se originaron en Mesopotamia y después en Egipto, de allí se extendieron al resto de países.

El yogur tiene 5.000 años de historia. Fue inventado en Bulgaria y se reservaba para los niños y las parturientas, “en el Mediterráneo la leche tenía un componente endémico que provocaba la llamada fiebre de Malta, por tanto si se cuajaba la leche se podía tomar sin perjuicio alguno, así surgieron las cuajadas, los yogures y los quesos”.

El profesor Tur narró algunas de las historias de los alimentos más curiosas y que han marcado a la humanidad, por ejemplo el tenedor fue inventado por los Bizantinos pero no será hasta el siglo XVII cuando gracias al matrimonio de una princesa bizantina con un noble veneciano llegara hasta Europa como dote de la princesa. Este curioso artilugio no estuvo exento de polémica pues como las personas no estaban acostumbradas a metérselo en la boca no atinaban y se producían heridas, en consecuencia la Iglesia tacho al tenedor de invento diabólico. Cabe destacar, que la primera fábrica de tenedores en España nació en el siglo XVIII en la ciudad de Barcelona.

En la actualidad continuamos con la globalización de los alimentos, hasta hace 10 años en España era casi imposible comer soja, hoy en día lo extraño es no tenerla en algún plato de ensalada