El olivo es un árbol fascinante que forma parte de la vida de los habitantes del mundo mediterráneo. La investigación con la ayuda de las técnicas de biología molecular, supone un avance importante en el conocimiento del olivo, y en consecuencia, en la identificación de genes relacionados con la calidad del fruto del aceite. Los marcadores moleculares de ADN han contribuido a mejorar la selección de los frutos, consiguiendo estabilidad y claridad en la identificación de especies y variedades.
la energía total, permitiéndose hasta un 35% si, el aceite de oliva es la grasa mayoritaria.
El catedrático de Pediatría, profesor emérito de la Universidad de Zaragoza y presidente de la Real Academia de Medicina de Zaragoza, Manuel Bueno Sánchez, presentó en la sede de la Reial Acadèmia de Medicina de les Illes Balears, la segunda edición del libro El olivo en la cultura mediterránea, una obra con información sobre el olivo, su relación con la salud, la investigación, la historia y tradición de este fruto milenario. La presentación del libro corrió a cargo del catedrático Francesc Bujosa, académico numerario de la Reial Acadèmia de Medicina de les Illes Balears.
La expectación ante esta sesión científica fue amplia pues, un numeroso público se acercó hasta C´an Campaner para escuchar la información que el profesor Bueno facilitó a los presentes. Al final del acto se ofreció un pequeño ágape con la presencia del aceite mallorquín como protagonista y se formaron corrillos en los que se comentaba la exquisitez de este gran producto.
Según explicó el doctor Manuel Bueno, cuando era niño, su madre le daba para merendar pan con aceite, los olivos llegan hasta las calles de mi ciudad, y es que el 79% de la tierra cultivable de Jaén son olivos.
Al ser preguntado el doctor Manuel Bueno por los beneficios del aceite de oliva en los niños, el profesor contestó que, el aceite de oliva, una de las mayores fuentes de energía de las que disponemos, es de fácil digestión y es fundamental. Una tostada con aceite y tomate en niños de más de tres años es recomendable concluyó.